¿Cuáles son las alergias más comunes en verano?

La alergia estacional, que es la que se desencadena en primavera y verano (cuando los niveles de polen, en general, son más altos) es producida más frecuentemente por especies de gramíneas, seguidas en orden descendiente por el olivo y la parietaria.

Verano y áreas de distribución del polen

Entre las plantas hay diferentes épocas de polinización durante todo el año, aunque en primavera y verano son las épocas donde un mayor número de especies vegetales liberan su polen. El clima es el principal factor que influye sobre la polinización, y este depende de la región geográfica en la que nos encontremos. Estos patrones, que difieren por zona geográfica, se plasman de forma gráfica en los denominados calendarios polínicos, que nos ayudan a detectar dónde y cuándo se dan los máximos niveles de los pólenes más alergénicos. Por otra parte, otra herramienta muy útil para conocer los niveles de polen ambientales son los mapas de pólenes donde muy sencillamente se puede consultar los niveles actuales de los pólenes más alergénicos en nuestra región. Son de especial utilidad si vamos de viaje y no conocemos los niveles de polen en nuestro destino.

 

Entre las especies con pólenes más alergénicos encontramos la parietaria, que tiene una época de polinización muy amplia y es muy típica de zonas costeras, aunque hay que destacar que las zonas costeras tienen la ventaja añadida que el aire proveniente del mar limpia la atmósfera de polen a diferencia de las zonas de interior.

 

También entre las especies con pólenes más alergénicos encontramos el olivo, que poliniza desde abril hasta julio, y su distribución es más abundante en la zona del sur de España donde hay más campos de olivos, aunque también están presentes en la costa mediterránea.

 

¿Qué podemos hacer para minimizar los efectos negativos del polen en verano?

Las personas con alergia estacional, es decir, que se desencadena por los pólenes más abundantes en primavera y verano, deben asegurarse de recibir educación sanitaria para ser capaces de reconocer las especies vegetales cuyo polen les produce alergia, su localización y periodo de polinización.

 

Tener un tratamiento preventivo pautado y bien ajustado por el alergólogo es vital para mantener a raya los síntomas de la alergia, pero además es necesario tener un tratamiento de rescate por si los síntomas de la alergia aparecen aún cuando seguimos correctamente el tratamiento preventivo.

 

Seguir algunos consejos de protección e higiene pueden ayudarnos a mantener al mínimo nuestra exposición al polen, por ejemplo:

  • Aplicar lavados nasales para disminuir la carga de alérgenos en la cavidad y mucosidad nasal, disminuyendo así su exposición.
  • Mantener las ventanas cerradas durante el horario de mayor emisión de pólenes, es decir, entre las 5:00 y las 10:00, y entre las 19:00 y las 22:00; y airear la vivienda en cortos periodos de tiempo, por ejemplo a mediodía.
  • Es importante no exponerse directamente a los alérgenos si se pueden evitar y salir en franjas horarias con menos carga polínica ambiental.
  • Mantener cerradas las ventanillas del coche en nuestros desplazamientos y poner filtros antipolen en el aire acondicionado del coche.
  • Evitar cortar el césped o tumbarse en él.
  • Usar gafas de sol si salimos a la calle.
  • No secar la ropa al aire libre durante los días de recuentos altos ya que el polen puede quedarse atrapado en ella.
  • Conocer bien el área de distribución de los pólenes a los que somos alérgicos y estar al día de los recuentos de polen de las estaciones centinela más cercanas a nosotros.

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