Todos conocemos las alergias más comunes, pero existen muchas alergias raras que quizás te sorprendan.
Desarrollar alergia a algún elemento significa tener una hipersensibilidad a una partícula o sustancia que, si se inhala, ingiere o toca, produce unos síntomas y una reacción en el cuerpo específica. El número de personas con alergia ha crecido exponencialmente y continúa en aumento. Su aparición en personas, en muchos casos ya adultas, es cada vez más frecuente. Son frecuentes las alergias a ciertos alimentos, al polen, a los ácaros del polvo, medicamentos, las picaduras de insectos y al pelo de algunos animales. Y es que, más allá de las típicas alergias que todos conocemos, existen muchas alergias raras, realmente curiosas y poco frecuentes. El Centro del Alérgico te cuenta algunas de estas alergias raras que pueden resultar sorprendentes.
Urticaria solar o alergia al sol
Es conocida como erupción polimorfa lumínica. La padece un 10% de la población y ocurre con mayor frecuencia entre las personas de pieles muy claras. La causa exacta es desconocida pero se cree que la epidermis no tolera las proteínas que se generan al recibir la radiación solar. No es hereditaria, ni existe un grupo con una tendencia mayor a desarrollarla.
Una primera reacción suele cursar con la aparición de granos en zonas expuestas al sol, como la cara o el escote. Las personas que la padecen, normalmente puede presentar en la piel pequeñas ronchas o comezón excesiva, en el peor de los casos pueden aparecer quemaduras, que pueden aparecer incluso llevando ropa o protector solar. Para evitar su aparición los dermatólogos recomiendan que la exposición al sol sea paulatina, acompañada de la ingestión de alimentos antioxidantes como la zanahoria, que tiene cualidades fotoprotectoras, y que además se empleen fotoprotectores de índice alto.
La mayoría de las alergias más raras provocan, entre otras cosas, molestas urticariasl
Urticaria acuagénica o alergia al agua
Por muy extraño que pueda parecer, existen personas que son alérgicas al agua. El contacto de la piel con el agua produce una reacción cutánea muy molesta que consiste en un enrojecimiento y picor que tarda horas en desaparecer. Es sumamente rara, tan sólo la padecen alrededor de 30 personas en todo el mundo, es decir, una persona por cada 230 millones.
El contacto del agua por breve que sea, y a cualquier temperatura, puede generar una importante erupción cutánea, además de ronchas o placas eritematosas y edematosas. Lo más grave es que dificulta la higiene personal, por lo que se recomiendan duchas breves. El tratamiento con antihistamínicos es lo único que se puede hacer, pues se desconoce la causa de su aparición y no existe una cura completa.
Hipersensibilidad al frio
Es una reacción ante la exposición a estímulos fríos tales como viento, bajas temperaturas, lavado o inmersión en agua fría, contacto con objetos fríos o ingestión de bebidas o alimentos fríos. Aunque representa menos del 3% de las alergias, afecta a 1 de cada 2000 personas. Puede aparecer a cualquier edad pero es más frecuente en adultos jóvenes. Se manifiesta con una reacción aguda de habones rojizos en la piel que producen picor, fiebre, malestar general, dolor de cabeza, abdominal y de articulaciones.
Para su diagnóstico se utiliza un cubito de hielo y se observa la reacción del cuerpo ante un contacto más o menos prolongado. El tratamiento con antihistamínicos puede aliviar los síntomas pero no previenen futuras reacciones. También se utilizan tratamientos de inducción de tolerancia al frío, en los que progresivamente y de manera controlaada se expone a la persona a bajas temperaturas.
Alergia al semen
El 5% de las mujeres sufren esta rara alergia, incluso ha habido casos de hombres que también son alérgicos a su propio esperma. Se desarrolla en el cuello de la matriz de algunas mujeres, pero no causa síntomas alérgicos comunes, sino que el fenómeno es interno y silencioso. Aparece un importante ardor en la zona donde se ha producido contacto con el semen, irritación, comezón…. Es difícil de diagnosticar, pues tienda a confundirse con infecciones o enfermedades de transmisión sexual. Se desconoce la causa que la provoca, pero se cree que es originada por determinadas proteínas del semen. Se trata de una de las alergias más extrañas.
Alergia al sudor
Algunas personas afirman padecer de alergia a su propio sudor. Sin embargo, aún no existe evidencia médica de que esta patología exista realmente. En estas personas aparece en las zonas de mayor sudoración (manos, pies axilas), habones con picor y enrojecimiento, zonas con dermatitis… Los expertos prefieren no hablar de una alergia al sudor como tal, sino de diferentes sustancias presentes en el sudor que pueden irritar la piel. También lo relacionan con sustancias químicas procedentes de alimentos, bebidas o cosméticos que serían secretadas a través de la piel. Y es que la sudoración también puede agravar las irritaciones cutáneas ya existentes. En caso de sospecha de alergia al sudor, conviene descartar alergia a cosmética, perfumes, geles, champús etc.
Alergia al ejercicio
Es producida por la actividad física u otro agente que hace reacción con el movimiento del cuerpo. Normalmente no la produce sólo el ejercicio físico, si no algún otro agente que hace reacción con el movimiento del cuerpo. En la mayoría de los casos se trata de una rara alergia alimentaria que se activa con el ejercicio, aunque también existen casos relacionados con el consumo de alcohol o el clima del lugar donde se practique la actividad.
No existen porcentajes claros de personas con una alergia a alimentos asociada al ejercicio, pero sí se sabe es que es más frecuente de lo que se creía. Generalmente a medida que el ejercicio avanza y la temperatura corporal aumenta, aparecen picores, mareos y algunos síntomas típicos de las alergias, como urticaria e hinchazón, pudiendo llegar a provocar anafilaxia. La mayoría de los síntomas pueden controlarse tomando medicamento y desacelerando o interrumpiendo el ejercicio tan pronto como los síntomas comienzan. Es recomendable hacer ejercicio con alguien que conozca nuestra alergia y llevar un registro y control de lo que se come antes de practicar la actividad, para que se pueda identificar las cosas que te pueden desencadenar una reacción alérgica.
Electrosensibilidad o hipersensibilidad electromagnética
Esta alergia es provocada por móviles, microondas, ordenadores… y su desarrollo es cada vez más frecuente, debido a las nuevas tecnologías y a la exposición a los campos electromagnéticos que su uso conlleva. Se presenta comúnmente en forma de cansancio continuo, dolores de cabeza, náuseas, vértigo y problemas digestivos. Los afectados por ese tipo de alergia pueden hacerse sensibles a niveles de radiaciones que normalmente, para el público en general, pasarían desapercibidos. Se trata de un tipo de alergia de reciente descubrimiento y aún en estudio, por lo que no se conoce el número de casos afectados por ella, sin embargo, es cada vez más común.
Alergia a las vibraciones
Normalmente está relacionada con la vibración mecánica, como las vibraciones que producen el movimiento de un barco o un coche. Las personas que la padecen siente la vibración como una agresión y su cuerpo comienza a liberar histaminas, haciendo que proliferen las erupciones y las llagas en menos de cinco minutos. Las vibraciones transmitidas a manos y brazos provocan problemas vasculares, impactos de distinto nivel en huesos o articulaciones, y dolores nerviosos o musculares. Para evitarlo se debe reducir al máximo la duración e intensidad de la exposición.
Dermografismo o alergia a la presión.
También se conoce como «escritura sobre la piel». Es un tipo de hipersensibilidad relacionada con cualquier golpe o presión que se haga sobre la piel, lo que generalmente se manifiesta con manchas o urticaria. Es uno de los tipos más frecuentes de urticaria, del 2 al 5 % de la población lo padece. El roce con la dermis provoca una hinchazón exagerada y visible en el cuerpo debido a la vasoconstricción.