El ajonjolí será, a partir de 2023 el noveno mayor alérgeno alimentario principal que será requerido en el etiquetado de los alimentos y en el control de alérgenos. Esto podría plantear desafíos importantes para la industria alimentaria. Lo anterior se dio después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgara la Ley de Seguridad, Tratamiento e Investigación de Alergias Alimentarias (FASTER, por sus siglas en inglés). Este proyecto de ley establece que los alimentos que contengan este ingrediente y se introduzcan en el comercio interestatal a partir del 1 de enero de 2023 deben indicarlo en la declaración de alérgenos.
Aunque el ajonjolí no se identificó como un alérgeno alimentario importante en la Ley de Protección al Consumidor y Etiquetado de Alérgenos Alimentarios (FALCPA, por sus siglas en inglés), los requisitos de etiquetado con los que debe cumplir ya existen en Canadá, Australia y la Unión Europea.
La Ley FASTER no entra en vigor hasta enero de 2023, la FDA insta a los fabricantes a comenzar la práctica voluntaria de incluir el ajonjolí en el listado de ingredientes de sus etiquetas de alimentos desde ahora. Por ello, la FDA publicó una guía borrador en noviembre de 2020 para ayudar a los fabricantes a incorporar esta práctica.