(Fuente: polenes.cl)
sinusitis es una inflamación aguda o crónica de los senos nasales (cavidades dentro de los huesos de la mejilla que se hallan alrededor de los ojos y detrás de la nariz). Las principales funciones de estos senos son entibiar, humedecer y filtrar el aire en la cavidad nasal. También juegan un papel importante en nuestra capacidad para vocalizar ciertos sonidos.
La sinusitis, que es común en los meses de invierno, puede durar meses o años si no se trata en forma correcta. La sinusitis puede afectar la nariz, los ojos o el oído medio, y puede manifestarse por una secreción nasal profusa, espesa y de color, goteo post-nasal de mal sabor, tos, congestión de la cabeza y un dolor de cabeza acompañante. Los síntomas también pueden incluir nariz tapada, una sensación de hinchazón facial, dolor de muelas, cansancio constante y, ocasionalmente, fiebre.
Tipos y causas de la sinusitis
Hay dos tipos de sinusitis: la sinusitis aguda, la cual es ocasionada comúnmente por una infección bacteriana y, generalmente, evoluciona a una complicación cinco a diez días después de los primeros síntomas de una infección respiratoria viral como el resfriado común; y la sinusitis crónica que también puede ser ocasionada por la infección viral, pero es más a menudo un trastorno inflamatorio crónico similar al asma bronquial.
Si bien los resfriados son la causa más común de la sinusitis aguda, aquellas personas con alergias también pueden estar predispuestas a presentar sinusitis. Las alergias pueden desencadenar la inflamación de los senos nasales y revestimientos de la mucosa nasal. Esta inflamación impide que las cavidades sinusales se limpien de bacterias, aumentando sus posibilidades de desarrollar sinusitis bacteriana secundaria. Si usted tiene alergias, su médico puede recetar medicamentos adecuados para controlar sus síntomas, reduciendo así el riesgo de desarrollar una infección. Las personas con problemas de sinusales y de alergias deben evitar irritantes ambientales como el humo del tabaco y los olores químicos fuertes, los cuales pueden aumentar los síntomas.
Los problemas estructurales de la nariz, tales como los pasajes nasales estrechos, tumores o pólipos, o un tabique nasal desviado (la pared entre los lados derecho e izquierdo de la nariz), pueden ser también causantes de la sinusitis. A veces se requiere la cirugía para corregir estos problemas. Muchos pacientes con sinusitis recurrente o crónica tienen más de un factor que los predispone a la infección. Por eso, atacar sólo uno de los factores puede no ser suficiente.
Diagnóstico
Aun cuando los síntomas parezcan ser localizados en los senos, éstos no siempre están infectados. Para realizar un diagnóstico correcto, el médico reúne antecedentes detallados y efectúa un examen físico. El médico también puede pedir más exámenes, si corresponde. Estos exámenes pueden incluir pruebas de alergia, radiografías de los senos, tomografías axiales computarizadas (CT scan) (que presentan imágenes precisas de las cavidades sinusales), o una muestra de las secreciones nasales o el revestimiento nasal.
El médico también puede realizar un examen endoscópico. En este caso se inserta un endoscopio estrecho y flexible de fibra óptica dentro de la cavidad nasal a través de las ventanillas de la nariz, lo cual permite al médico ver la zona donde los senos y el oído medio drenan dentro de la nariz en forma fácil, indolora, produciendo mínima incomodidad al paciente.
Tratamiento
Las infecciones sinusales generalmente requieren una combinación de medicamentos. Además de recetar un antibiótico cuando la sinusitis sea causada por la infección bacteriana, el médico puede recetar un medicamento para reducir el bloqueo o controlar alergias. Esto ayudará a mantener los pasajes sinusales abiertos. Este medicamento puede ser un descongestionante, un medicamento que diluya la mucosa o un aerosol nasal similar a la cortisona. Los antihistamínicos, cromolina y los aerosoles nasales de esteroides tópicos ayudan a controlar la inflamación alérgica.
Para las personas con alergias, el tratamiento a largo plazo para controlar y reducir síntomas alérgicos también puede ser eficaz para la sinusitis. Este tratamiento puede incluir la inmunoterapia (también llamada “vacunas antialérgicas”), medicamentos antiinflamatorios, descongestionantes, y medidas de control ambiental. El uso preventivo de antibióticos de baja dosis y medicamentos para drenaje sinusal durante los momentos de mayor susceptibilidad, tales como en invierno, también pueden prevenir la sinusitis.
Hay varios tratamientos sin fármacos que también pueden ser útiles. Entre ellos cabe destacar la respiración de aire caliente y húmedo, la aplicación de compresas calientes y el lavado de las cavidades nasales con agua salada. En caso de haber pasajes sinusales obstruidos que requieran cirugía, su especialista en alergias puede recomendarle algún otorrinolarginólogo, es decir, un especialista en oído, nariz y garganta.
Sinusitis y rinitis
Si bien muchos síntomas son similares, la sinusitis difiere de la rinitis alérgica, conocida como “fiebre del heno”, o la rinitis no alérgica (vasomotora). La rinitis es una inflamación de las membranas mucosas de la nariz, no de los senos.
La rinitis alérgica es ocasionada por alergias y a menudo está caracterizada por congestión de la nariz y estornudos, picazón en los ojos, nariz y garganta, así como en el oído interno. La rinitis no alérgica se caracteriza por un revestimiento nasal hinchado e inflamado y nariz obstruida. Puede desencadenarse por irritantes como el humo, los cambios en la presión barométrica o la temperatura, así como el uso excesivo de descongestionantes nasales en aerosol que se adquieren sin receta. La rinitis crónica o recurrente mal controlada puede producir una sinusitis.
Como se puede ver, los síntomas de la sinusitis pueden variar dependiendo de la gravedad de la inflamación y los senos comprometidos. Pueden estar presentes todos los síntomas enumerados anteriormente o sólo algunos. Lo mejor es consultar a su médico rápidamente si se presenta alguno de los síntomas de sinusitis descritos.