El asma es una enfermedad inflamatoria de las vías aéreas, que se caracteriza por un incremento de la respuesta de la vías aéreas respiratorias a varios estímulos y que se manifiesta por estrechamiento de las mismas, cuya severidad varía bien espontáneamente o bajo la acción del tratamiento. Su característica, por tanto, es la de presentar amplias variaciones, durante cortos períodos de tiempo, en la resistencia al flujo aéreo intrapulmonar.
Asma en invierno
¿Por qué el asma empeora en invierno?
Hay dos desafíos para las personas con asma en invierno. Una es que pasan más tiempo en interiores, lo que significa que están más expuestos a los desencadenantes del asma (tabaco, ácaros, mascotas, hongos, estufas). El otro es el aire frío, que también puede desencadenar ataques de asma.
El aire frío es seco
Las vías respiratorias de los pulmones están revestidas con una capa de moco. Este moco ayuda a eliminar las partículas extrañas. Si respiras aire seco durante mucho tiempo, se evapora más humedad y el moco se vuelve más espeso y pegajoso en comparación con el moco fisiológico normal del tracto respiratorio.
Esto puede aumentar la probabilidad de infección y la aparición de síntomas de asma.
El aire frío libera histamina
Algunas personas sufren de resfriado más que otras: si un fuerte estímulo de frío golpea la piel, el cuerpo libera histamina. En algunas personas, esto puede provocar picazón y ronchas enrojecidas en la piel. Esto a menudo se denomina «alergia al frío». El médico llama a este fenómeno urticaria a frigore.
El aire frío puede estrechar los bronquios.
Un cambio rápido de un apartamento cálido al frío de la calle, puede hacer que los bronquios de un asmático se contraigan. Este “estímulo” puede desencadenar un ataque de asma.
Desencadenantes del asma en interiores
Cuando hace frío afuera, se pasa más tiempo adentro y es posible que no tengas suficiente ventilación. Como resultado, inhalas más factores desencadenantes del asma en invierno, por ejemplo, moho, pelo de animales, ácaros del polvo doméstico y posiblemente humo de la chimenea o estufa.
A continuación, se ofrecen algunos consejos sobre cómo afrontar mejor el asma durante la temporada de frío:
Identifica los desencadenantes del asma
Los ataques de asma a menudo se desencadenan por ciertas sustancias a las que se es alérgico, llamadas desencadenantes. Conocerlos puede ayudarte a organizar tu hogar para minimizar la exposición a estos factores desencadenantes. El dormitorio es particularmente importante. Si los ácaros del polvo son un desencadenante, usa fundas a prueba de ácaros en colchones y almohadas. Cambia las fundas del edredón con frecuencia. Evita las alfombras en el dormitorio y aspira con regularidad.
Además de los desencadenantes alergénicos del asma, las infecciones similares a la gripe (resfriados), gripe y coronavirus, también pueden provocar ataques de asma. Estas infecciones ocurren con mayor frecuencia en otoño e invierno. Por lo tanto, intenta reducir su riesgo de infección:
Lávate las manos con frecuencia para evitar que los virus entren en su cuerpo cuando se toque los ojos, la nariz o la boca.
Mantente alejado de las personas con gripe o resfriado.
Vacúnate contra la gripe y el SARS-CoV-2.
¿Por ser asmático tengo más riesgo de infectarme con el SARS-CoV-2?
Estás de enhorabuena, los estudios hasta la fecha sugieren que el asma podría ser un factor protector frente a la infección por el virus SARS-CoV-2, especialmente en pacientes asmáticos con fenotipo TH2 (alérgicos). La razón podría ser, por el uso de corticoides inhalados, la presencia de eosinófilos activados, o la disminución de receptores AC2 (puerta de entrada para el coronavirus), en estos pacientes.
Consejos para evitar el aire frío
Para protegerse de los ataques de asma en climas fríos, considera las siguientes sugerencias:
Respira por la nariz.
Inhalar aire frío a través de la boca puede desencadenar los síntomas del asma, ya que las vías respiratorias pueden estrecharse repentinamente por el golpe de frío. Cuando hace frío, respire por la nariz, que precalienta el aire que respira.
Cúbrete la boca y la nariz: ponte un paño, una bufanda o una mascarilla de invierno sobre tu boca y nariz, esto calienta un poco más el aire que respiras.
En climas fríos, no haga ejercicio al aire libre, sino en un gimnasio o en casa.
Tratamiento del asma invernal
Las personas con asma no solo tienen medicamentos de emergencia, sino que a menudo necesitan tomar medicamentos a diario para controlar el asma a largo plazo. Incluso si no ha tenido un ataque de asma durante mucho tiempo, definitivamente debe seguir las instrucciones de su médico para controlar su asma, especialmente en invierno. Verifique si todavía tiene suficiente aerosol de «emergencia» o «a pedido» la fecha de vencimiento y obtenga una nueva receta si es necesario.
Sigue un plan para el asma
Otro gran consejo para mantener el asma bajo control en invierno es tener siempre un plan de acción para el asma sin importar el clima. Este plan de acción, que elabora junto con su médico, le ayudará a actuar correctamente en caso de deterioro y situaciones de emergencia. Proporciona información detallada sobre qué hacer si se presentan síntomas y un plan de emergencia para un ataque de asma. Su plan de emergencia personal debe estar siempre a mano.