Desde hace tiempo se sabe que los niños que tienen uno o ambos padres con alergias son más propensos a desarrollar asma y alergias.
Afortunadamente, hay pasos que pueden retrasar o incluso prevenir el desarrollo de estas afecciones.
Si usted cree que su niño puede tener alergias o asma, es importante buscar la ayuda médica adecuada. El alergólogo/inmunólogo es un especialista en el diagnóstico y tratamiento de las alergias, el asma y otras enfermedades del sistema inmunológico. Los alergólogos son graduados de la facultad de medicina, tienen por lo menos tres años de residencia en pediatría o medicina interna, y luego un mínimo de dos años de formación especializada en alergia e inmunología.
El examen hecho por un alergólogo es, por lo general, seguro y efectivo para niños de todas las edades. Las pruebas de alergia junto con el conocimiento del especialista le brindará información precisa sobre a qué cosas es alérgico su hijo y a qué cosas no lo es.
Por ejemplo, si usted estornuda cuando está en su casa y no sabe por qué, no es necesario que se deshaga de su gato pues los exámenes de alergia pueden demostrar que es alérgico a los ácaros del polvo y no a los gatos. Con esta información, usted y su alergólogo, pueden desarrollar un plan de tratamiento para tratar los síntomas o incluso deshacerse de ellos.
Por ello una atención adecuada puede marcar la diferencia entre sufrir con una enfermedad alérgica y sentirse mejor. Consultando a un alergólo/inmunólogo, se puede tener un diagnóstico exacto, un plan de tratamiento apropiado e información que lo ayudará a controlar su enfermedad.
Evitar las alergias y asma ambiental
Ácaros de polvo
Dado que algunas sustancias que están en el aire pueden desencadenar síntomas de alergia o asma, la reducción del contacto con estas sustancias a temprana edad puede retrasar o prevenir los síntomas de alergia o asma. Existe mucha investigación sobre los ácaros de polvo. Si su hijo tiene mucho riesgo de desarrollar alergias, hay medidas que usted puede tomar para controlarlos.
Use fundas “impermeables a los alérgenos” en almohadas y colchones, y lave las ropas blancas con agua caliente, una vez por semana. La humedad en el interior de su hogar debería mantenerse por debajo de 50%. De ser posible, debe retirar del cuarto de su hijo alfombras y muebles tapizados.
Mascotas y otros animales
La relación entre una temprana exposición a los animales y el desarrollo de alergias y asma es un tanto confusa. Las investigaciones anteriores indicaban que los niños pequeños expuestos a los animales tienen más posibilidad de desarrollar alergias y asma. Las investigaciones más recientes parecen demostrar que la temprana exposición a animales (especialmente, gatos y perros) puede, en realidad, proteger a los niños de desarrollar esas enfermedades. Las nuevas investigaciones sugieren que los niños criados en granjas desarrollan menos alergias y asma.
Humo de tabaco
Es muy importante no exponer a sus hijos al humo del tabaco ni antes ni después del nacimiento. Si se fuma durante el embarazo, se aumenta la posibilidad de que su hijo presente sibilancias durante la infancia. También se ha demostrado que la exposición pasiva de los niños al humo de tabaco aumenta el desarrollo de asma y otras enfermedades respiratorias crónicas.
Beneficios de la lactancia
Las infecciones que comienzan en los pulmones son los desencadenantes comunes del asma. Dado que la lactancia materna durante por lo menos cuatro a seis meses fortalece el sistema inmunológico de un niño, es útil para evitar estas infecciones y, a largo plazo, el asma.
Consejos para la salud
- La lactancia materna exclusiva durante los primeros cuatro a seis meses, o el uso de una fórmula hipoalergénica, puede retrasar o prevenir la dermatitis atópica y la alergia a la leche.
- Los alimentos sólidos deben introducirse gradualmente.
- La restricción de la dieta de la madre durante el embarazo o durante la lactancia no ha probado ser de ayuda para prevenir el desarrollo de alergias.
- La reducción de la exposición a algunos alérgenos, como ácaros del polvo, puede retrasar o prevenir los síntomas de alergia o asma.
- La exposición al humo de tabaco antes y después del nacimiento aumenta el riesgo de que su bebé desarrolle sibilancias y asma.