Los hongos son seres vivos distintos a los vegetales y animales por lo que constituyen un reino aparte.
Existen 60.000 especies conocidas, siendo la mayoría microscópicas. Muchas de estas especies podrán a través de sus esporas u otros elementos producir cuadros de alergias como rinitis, asma, conjuntivitis y en casos raros pero más graves cuadros de inflamación del pulmón llamados neumonitis de hipersensibilidad. También son capaces de generar aisladamente sinusitis micóticas alérgicas, siendo estas sinusitis crónicas y particularmente difíciles de tratar.
La descripción clínica de estas enfermedades usted la podrá encontrar en la sección aprenda de alergias en este sitio web, por lo que en esta sección nos referiremos principalmente a describir e ilustrarles los tipos de hongos mas corrientes que generan estas enfermedades, y como en caso de tener alergia a estos evitarlos lo más posible.
Estos hongos en su mayoría causan alergias a través del contacto de sus esporas con la mucosa respiratoria, bronquial o conjuntival, provocando cuadros de rinitis, asma y conjuntivitis respectivamente.
Los principales hongos productores de alergias en nuestro medio son La Alternaria, el Cladosporium, el Penicillium y el Aspergillus. Los dos primeros se encuentran preferentemente en exteriores y los dos últimos preferentemente en interiores.
DESCRIPCIÓN DE ESPECIES
Alternaria: Hongo de exteriores por excelencia se registra en las muestras de aire sobretodo en primavera-verano y especialmente a principios de otoño.
Prefiere sitios húmedos y con material orgánico por lo que hojas caídas, pastizales, regadíos etc son los lugares donde hay mayores concentraciones.
Produce rinitis y asma en una proporción significativa de pacientes.
Esporas de alternaria, microscopio óptico
Cladosporium: Hongo de exterior extraordinariamente frecuente, su poder de sensibilización es menor que la alternaria, sin embargo de producirse alergia a éste los síntomas son los mismos pudiendo prolongarse la duración de ellos durante todo el año, con una leve disminución en invierno.
Esporas de cladosporium microscopio óptico
Penicillium: Hongo saprofito se alimenta de desechos, encontrado de preferencia en interiores. Su nutrición comprende comidas descompuestas, quesos, etc
Se le asocia a asma, rinitis, y en forma ocasional y rara a neumonitis de hipersensibilidad. La alergia a este hongo no se relaciona con la alergia a la penicilina.
Esporas de penicillium (blancas pequeñas)
Aspergillus :Hongo encontrado preferentemente en interiores, se nutre de material orgánico en descomposición como comida, basura, plantas de interior, etc.
Las enfermedades más comunes que produce son asma bronquial y rinitis alérgica, sin embargo en algunas ocasiones el asma por alergia a este hongo se vuelve más intensa y produce una serie de complicaciones como neumonías y dilataciones bronquiales pasando a configurar un cuadro clínico llamado aspergilosis bronco-pulmonar alérgica.
También se ha visto asociado a cuadros de neumonitis por hipersensibilidad y sinusitis micótica alérgica.
Evitación de hongos:
El ser alérgicos a los hongos y exponerse a ellos genera, como hemos visto, procesos de asma, rinitis, conjuntivitis, y más rara vez neumonitis de hipersensibilidad, aspergilosis broncopulmonar alérgica o sinusitis micótica alérgica.
En esta misma línea de pensamiento, al evitar los hongos evitaremos la presentación de síntomas o reduciremos los mismos. Lamentablemente esto no siempre es posible cumplirlo en forma completa y eficaz, sobre todo con los hongos de exteriores como el cladosporium y alternaria que están presentes en la atmósfera; sin embargo existen algunas medidas que nos ayudarán a reducir la exposición a los hongos, beneficiando el control de la enfermedad:
Los alérgicos severos a hongos de exteriores como la alternaria y cladosporium deberán evitar permanecer, pasear o hacer deporte en lugares con mucha vegetación, sobretodo en periodos de mayor incidencia como el otoño y si hay mucho material como hojas caídas, ramas, pastizales humedecidos.
Control de la humedad relativa en las viviendas. Los hongos son muy dependientes de la humedad para prosperar. Por lo tanto mantener ésta bajo el 50% es recomendable.
Arreglar goteras.
Ventilar y deshumedecer áreas como subterráneos, clóset y baños, uso de productos antifúngicos si hay impactaciones de hongos (manchas de humedad) en materiales como cortinas de baño, paredes, etc.
Remover materiales contaminados en las viviendas como alfombras, papeles murales, libreros, etc.
Evitar plantas de interior.
Mantención adecuada de los sistemas de aire acondicionado: Es frecuente que estos en diferentes partes, ya sea tanto de los aparatos como de los ductos de conducción, generen humedad y condensación con la consecuente proliferación y distribución de esporas de hongos en ambientes de interior como oficinas y casas.