Se entiende por alergia alimentaria, a un conjunto de síntomas que afectan a la piel, aparato respiratorio y aparato digestivo y que se desencadenan, normalmente de forma inmediata (menos de 1 hora), tras la ingesta de un alimento.
Algunas personas, muchas veces tras años tomando determinadas comidas sin reacciones adversas, sufren un cambio en su organismo de modo que a partir de un momento dado en cada ocasión que ingieren un tipo de alimento concreto, su cuerpo responde con una reacción alérgica. Ésta puede tener una intensidad variable e ir desde el síndrome de alergia oral (picor en boca y garganta), hasta el shock anafiláctico (erupción cutánea generalizada, hinchazón, ahogo en el pecho o garganta y mareo con posible pérdida del conocimiento por bajón de la presión arterial). Entre estas dos situaciones extremas hay grados variables de enfermedad, a veces sólo ronchas y/o hinchazón (urticaria y/o angioedema agudo) , afectación de piel más ahogo (broncoespasmo o edema de glotis) y raras veces sólo problemas digestivos en forma de náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarrea los cuales normalmente, si aparecen, acompañan al resto de los síntomas.
Los alimentos que con más frecuencia producen reacciones alérgicas en una población dada, normalmente reflejan los hábitos alimenticios de esa población. Así, en Galicia, donde hay un consumo importante de marisco, se estima que ésta es la primera causa de alergia a alimentos en la población adulta. Por otra parte, en nuestra comunidad por haber una humedad ambiental alta, hay gran cantidad de ácaros en el polvo del interior de nuestras casas y por tanto muchos pacientes con rinitis (picor de nariz, estornudos, moco líquido) y asma (tos, falta de aire y pitidos en el pecho) causada por estos animales microscópicos. Hoy en día se sabe que los ácaros tienen en su cuerpo, sustancias similares al marisco de modo que los pacientes alérgicos a ácaros tienen un riesgo mayor de sufrir reacciones alérgicas al marisco que aquéllos que no lo son. Esta es otra explicación para la alta frecuencia con la que en Galicia se observa alergia al marisco.
Si usted presenta unos síntomas como los descritos al comer marisco debe consultar con su alergólogo. Éste le hará un interrogatorio extenso para aclarar qué le pasó, desde cuándo, cuántas veces, con qué… Si se sospecha del marisco como la causa de su alergia esto se confirmará haciendo unas pruebas en la piel (test prick) que consisten en pinchar superficialmente unas gotas aplicadas previamente en el antebrazo y que contienen las sustancias causantes de la alergia. Son pruebas que no duelen, aunque pican si son positivas, y se ve el resultado en 15 minutos. En ocasiones el paciente tendrá que aportar el o los alimentos de los que se sospechan, en este caso marisco cocinado, para hacer también con éstos pruebas cutáneas que complementan a las anteriores. También puede ser necesario un análisis que determine la presencia de IgE (el anticuerpo de la alergia) contra los mariscos sospechosos en la sangre del paciente.
El tipo de marisco que produce alergia con mayor frecuencia son los crustáceos, es decir, el marisco “de patas”, desde los camarones hasta la langosta, pasando por gambas y otros. Le siguen en frecuencia los moluscos, en donde tenemos los bivalvos, “el marisco de concha”, (mejillones, almejas, ostras), los gasterópodos (caracoles, bígaros/minchas) y los cefalópodos (calamar, sepia, pulpo).
El tratamiento de la alergia al marisco pasa por su evitación o sea el no volver a consumir tanto aquello que se haya establecido nos desencadenó la reacción y en general aquello que nuestro Alergólogo nos indique porque se conoce que también nos van a afectar. Normalmente si somos alérgicos a un tipo de marisco, por ejemplo crustáceos, tendremos que evitar esa familia entera de alimentos. En cualquier caso cada paciente tiene sus particularidades y es el Alergólogo el que le indicará la conducta a seguir.
Es también importante conocer que un alérgico a marisco no debe entrar en la estancia en que éste se cocina porque el vapor le puede producir problemas en nariz, ojos o pecho.
Sepa que esta alergia a diferencia de otros alimentos no tiende a desaparecer con el tiempo por lo que deberá observar las medidas de evitación de por vida. Existen otros tipos de alergia al marisco como la dermatitis de contacto proteínica y la urticaria de contacto, que se producen al manipular el alimento y se manifiestan con eczema (picor, enrojecimiento, descamación y pequeñas ampollas) o ronchas y de predominio en manos.
Por otra parte algunas personas sólo reaccionan con alergia al marisco si coincide que antes de comerlo, también se tomó algún antiinflamatorio, no habiendo ningún problema si se toman por separado. Otras veces es preciso comer el marisco y posteriormente realizar ejercicio físico y de nuevo si ambas situaciones no coinciden no hay problemas.
No dude en consultar a los especialistas del Centro del Alérgico, agendando una hora , dado que éste puede ser una amenaza para usted y muchas veces hay más soluciones de las que piensa.