La primavera es temporada de reacciones al fenómeno de la polinización, y ellas dependerán de cada persona.
Ahora que estamos en primavera debemos estar atentos a los efectos que la temporada trae consigo porque, aunque a simple vista todo resulte más bonito, a un grupo importante probablemente no les resulten tan cómodos estos días. La razón se debe a que por estas fechas ocurre algo que se conoce como el ‘fenómeno de la polinización’, que consiste en “la liberación de células sexuales de árboles, pastos y malezas, que transitan por el aire a través de los pólenes para propiciar la fecundación”, según explica el director médico del Centro del Alérgico (CDA), Dr. Pedro Mardones. Sin embargo, no es este el problema en sí, sino la respuesta que generan los organismos más susceptibles frente a ciertos agentes externos –en este caso el polen- al considerarlos ‘factores de riesgo’ para nuestra salud. Por consiguiente, aparecen entonces las alergias como una reacción inflamatoria del sistema inmunológico en defensa a estos estímulos, señala el especialista.
“Normalmente los seres humanos nacemos con una predisposición heredada a ser alérgicos, pero dependiendo de a qué factores estemos expuestos en diferentes etapas de nuestra vida será el tipo de alergia que desarrollemos”, sostiene Mardones.
Son muchos los tipos que podemos presentar: si la inflamación es en la nariz y los ojos se llama rinoconjuntivitis. “Si se produce en los bronquios se genera un asma. Cuando ocurre en piel se pueden manifestar urticarias o eccemas. También hay alergias a medicamentos, alimentos y a venenos de abejas, que pueden afectar varios órganos con un grado variable de gravedad”, expone el inmunólogo.
Las alergias en esta época normalmente vienen acompañadas de estornudos, picazón de ojos y nariz, congestión o secreción nasal acuosa y persistente, picazón de piel y a veces eccemas en los pliegues del cuello. Si el nivel de polen está muy alto se provocan síntomas asmáticos de diversa intensidad, a lo que se le debe prestar especial atención. Se sabe que a fines de octubre la mayor cantidad de pólenes en el aire es producto de los árboles como el plátano oriental, el arce, el álamo, el nogal y los olivos, situación que se hace distinta en los meses de noviembre y diciembre, cuando estos alérgenos provienen principalmente de las malezas y los pastos. Entonces, si forma parte de este grupo de alérgicos primaverales es propicio que desde ya inicie un control oportuno con su médico de confianza. “Una alergia tratada a tiempo es mucho más fácil de controlar. Cada paciente es algo diferente y la estrategia terapéutica debe ser individualizada”, manifiesta el médico, quien aprovecha para anunciar que el CDA se encuentra trabajando en la creación de una app que ayude a los pacientes a orientar sus acciones para tratar las alergias.
RECOMENDACIONES DEL ESPECIALISTA:
- Medidas generales: durante los meses de septiembre, octubre y parte de noviembre procure mantener cerradas las ventanas de la habitación la mayor parte del tiempo, al igual que las ventanillas del auto mientras este circule. Evite también tenderse en el pasto y use anteojos de sol en exteriores.
- Remedios: todo lo relacionado a antihistamínicos corticoides inhalados y otros medicamentos deben ser indicados por el médico tratante y según la necesidad y tipo específico de alergia en cada paciente.
- Curativo: inmunoterapia mediante vacunas aplicadas en dosis progresivas para que nuestro sistema inmune aprenda a reconocer y aceptar aquellos elementos a los que presentamos alergia. Este tratamiento tiene que hacerse en manos de un especialista, pues su éxito depende de la elección adecuada de los alérgenos y la evaluación pertinente del paciente a tratar.