Es normal que en los primeros días de septiembre comiencen las típicas alergias estacionales en niños y adultos. Conoce aquí sus principales causas y qué hacer para prevenirlas.
La llegada de la primavera trae consigo múltiples características; mejora el clima, se disipa la contaminación, entramos en la parte final del año y llegan las indeseadas alergias, estas últimas afectan de sobremanera a gente con predisposición especial mediada genéticamente y se pueden manifestar de diversas formas, las más frecuentes son: tos, congestión, picazón ocular y nasal.
¿Por qué ocurre este cambio en el ambiente?
Una vez terminada la fase más cruda del invierno, la que conlleva temperaturas bajo cero e intensas lluvias, comienza el proceso anual de polinización de árboles y flores, el cual ataca directamente el sistema respiratorio de las personas.
¿Qué hacer para prevenir una fuerte reacción alérgica?
Algunas recomendaciones de Pedro Mardones, Inmunólogo de la U. de Chile y Director Médico del Centro del Alérgico, se refiere al tema: “es importante la prevención antes de que las personas tengan síntomas molestos llegada la primavera; estornudos, picazón de nariz y ojos y molestias generales. Visitar a un especialista en alergias (Inmunólogo), realizarse exámenes o test para saber a que puede ser alérgico y así enfrentar los meses más críticos”.
Otros datos útiles son: ventilar el hogar al mediodía y no hacerlo en horas de alta polinización (amanecer y atardecer), usar lentes para prevenir la irritación ocular, salir con mascarilla si la congestión es extrema, viajar en auto con las ventadas cerradas y no concurrir a lugares con exceso de zonas verdes para evitar el contacto con el pasto y distintos tipos de pólenes.
Diferencias entre una alergia y resfriado
Es común que los síntomas de la alergia se confundan con los del resfriado; tos, estornudos, irritación de la garganta y congestión nasal. Sin embargo, es posible separarlos y distinguirlos.
En el caso del resfriado, los síntomas perduran más que los de la alergia y no son tan repentinos.
Una característica usual de ambos escenarios es la mucosidad. Cuando se trata de las alergias, se presenta de manera más líquida y transparente, mientras que en el resfriado tiende a ser más espeso y de color.
Además, es clave fijarse en los síntomas más típicos de la gripe como el decaimiento, el dolor de cuerpo y la fiebre, no así el caso de las alergias, ya que se centra más en temas que afectan al sistema respiratorio, sin presentar infección.